LA OTRA PIEDRA 5TA. EDICIÓN
Críticas
Una perspectiva creativa con análisis objetivo
“Sin zapatos no hay paraíso”
Por Xiomara C. Rodríguez

Puesta en escena de:
Sin zapatos No Hay Paraiso,
VI Festival Nacional de Teatro Santo Domingo 2019,
Dos jóvenes compartiendo sus miserias
Todavía resuenan en el aire las palabras que salían una y otra vez de la boca de Toño. A veces con un dejo de lastima, otras casi llegando a la desesperación; en un efímero intento por seguir amasando la desesperanzadora esperanza que te anima a cerrar los ojos, a pesar del insomnio que acecha mudado entre las escasas pestañas que aún persisten obligando a los ojos del infeliz a ver más allá de las sombras, un futuro que al igual que una linterna vieja se enciende por momentos tras los golpes desesperados del caminante, el cual entre la sombras insiste en llegar a su destino.
“Yo estudié, solo necesito un empujoncito, una mano que me ayude, yo estoy listo para dar el salto...Cuando yo me ponga este saco con estos pantalones, estoy seguro de que todo será diferente, el problema es que no puedo presentarme con estos trapos de zapatos, porque lo primero que la gente te mira son los pies. Paco, préstame tus zapatos, con esos zapatos y este traje, yo sé que lo lograré, Además a ti te quedan grandes no te sirven, yo te los voy a cuidar, por favor paco”.
Paco y Toño son dos jóvenes que viven juntos compartiendo sus miserias, a simple vista son dos polos con puntos de vistas e intereses opuestos.
Paco, un joven malicioso e inquieto que le gusta lo fácil, consiguió unos zapatos hermosos en muy buenas condiciones que les quedaban grandes... Él dice que se los regaló un tipo al que le tocó su flauta, sí, porque él es músico, perdió su flauta, pero ahora está aprendiendo a tocar la güira y cuando lo logre se va a hacer rico y famoso.
En el otro extremo está Toño un joven que trabaja en el mercado descargando camiones, apenas consigue para sobrevivir, pero él estudió, solo necesita un par de zapatos para aventurarse a buscar un trabajo que le garantice una vida mejor, sus sueños se ven perturbados ante la presión que sufre cada día frente a un compañero de casa que solo siembra negativas, burlas y desesperanzas en el camino, mientras limpia y modela sus zapatos, cual cuchillo que se afila en la cara del lechón en víspera de navidad.
La Sala Ravelo, convertida en una casucha a la orilla del rio Ozama con una ambientación muy bien lograda de la mano del escenógrafo José Enrique Villar, quien retrata la miseria sin tapujos, en un ambiente a la italiana demostrando con cada elemento utilizado por los actores en la escena que no hacen falta grandes presupuestos para hacer una buena escenografía, sino ser ingenioso, logrando recrear el marco perfecto donde se desarrolla la trama.
La música acertada, retrata el nivel social al que pertenecen los personajes. La utilería y el vestuario completan el cuadro dejándonos ver la ropa de paca y aquellos zapatos viejos, que amenazan con deshacerse en cualquier momento de la escena, contrastando con la brillante elegancia de los zapatos negros de Paco, que sin pegar en nada con los trapos que lleva puesto, hace que estos se conviertan en un personaje más durante toda la trama.
El diseño y realización de las luces a cargo de Julio Núñez, es un gran acierto, que suman a la pieza atmosferas muy bien logradas, estableciendo los cambios de días y enmarcando el final en uno de película de las buenas.
Todo bordado con un criterio y un conocimiento de expertos de la escena. Una dirección muy exigente, exprimiendo a los actores hasta el máximo de sus capacidades. Con un ritmo maravilloso desde el comienzo hasta el final, no hay desperdicios en los elementos en escena y todas las áreas recreadas en el escenario tienen un propósito.
Definitivamente una dirección y una producción de Pepe Sierras de primera; coronada con las actuaciones magistrales de dos grandes de la escena dominicana, Richarson Díaz (Paco) y Vicente Santos (Toño), que se movían en el escenario como peces en el agua, retratando en cada gesto, cada queja, con cada risa, cada lagrima, acción y palabra una verdad escénica totalmente creíble. La obra es un drama salpicado de humor que mueve indiscutiblemente a la reflexión.
Aplatanada a la realidad dominicana, tras su traducción íntegra del portugués por reclamo de autoría, sin perder su esencia, expone la cotidianidad de estos dos personajes que luchan por un par de zapatos. Aparenta ser un tema banal, pero si ponemos en contexto que esto representa la posibilidad de sobrevivencia dentro de una sociedad enajenada, decadente, donde impera el “sálvese quien pueda”, habría que ponerse en los zapatos no solo de estos personaje sino en los reales, de carne y huesos que caminan en Guachapita, en el Capotillo, Gualey, los Alcarrizos y en muchas de nuestras calles a diario, en medio de la incertidumbre con sus tragedias familiares a cuesta, buscando como salir adelante en este paraíso sin morir en el intento.
La marginalidad en la que vive gran parte de nuestra sociedad es un mal retrato de todos los países latinoamericanos. Plinio Marcos, un muy premiado artista, tanto en cine como en teatro, actor, periodista, director y dramaturgo, escribió este texto en 1966 con el título “Dos Perdidos en una Noche Sucia”, desafortunadamente nuestros jóvenes, siguen viviendo en una sociedad donde no hay ninguna garantía política , social y mucho menos económica de sobrevivencia. Es espeluznante la vigencia de este texto, tras más de cincuenta años de su creación, es una verdadera vergüenza y una muestra del fracaso del trabajo de nuestros líderes y gobernantes, definitivamente para ellos es más conveniente que se sigan arrastrando los mismos males sociales, que las autoridades que lideran los gobiernos sigan teniendo el mismo apellido y que la venda siga colgada de los mismos ojos.
Esta obra es un espejo de nuestra realidad social, donde el individualismo, la falta de una buena educación, la ausencia de oportunidades, de la mano del mal uso de la tecnología nos arrastran al desconocimiento de las necesidades de los demás, dejando la empatía, el reconocimiento del otro, el apoyo al esfuerzo colectivo como una práctica en desuso.
Las risas del público y las burlas por momentos, ante los reclamos de solidaridad del personaje de Toño, la humillación a la que se somete tratando de encontrar una salida a su miseria con el préstamo de aquellos zapatos, mientras Paco le insiste para que desista de sus sueños que solo caerán en el sanitario, que estratégicamente fue colocado en proscenio derecho, como un aviso constante de la mierda en la que al final irán a parar nuestros sueños como zapatos rotos. Una puesta en escena con una estética llena de simbolismos; me llama la atención la enorme cama de Toño, muy alta, pero al mismo tiempo demasiado insegura que se tambaleaba a cada acción sobre ella, así como las metas y expectativas del personaje.
El final con Toño en centro - centro rompiendo la cuarta pared con una salida brechtiana reta al público, al hombre que no es digno de soñar con un cambio y en tono amenazante los convida a seguir riéndose de sus tragedias.
Puesta en escena
VI Festival Nacional de Teatro Santo Domingo 2019,


"El Parque, el banco, el otoño"
Por Gianna Cristal Figuereo Oviedo

María Castillo y Manuel Chapuseaux dando gracias al público que los acompañó en la obra "Banco de Parque".
Relación conflictiva entre dos
Banco de Parque es una de esas obras teatrales capaces de marcar un camino. Un montaje que se resuelve en una experiencia imperdible, con una coloración interpretativa dramática y que constituye una muestra de soberana actuación de sus dos protagonistas, directores y maestros de la escena nacional.
La obra trata de duplicar la realidad en las diferentes escenas; el tema del divorcio, las dependencias emocionales y los celos obsesivos están presentes en sus personajes. La puesta en escena es incoherente y tiene matices del teatro del absurdo, tiene fuertes rasgos existencialistas y cuestiona la sociedad y al humano. A través del humor y la mitificación escondían una actitud muy exigente hacia su arte. La incoherencia, el disparate y lo ilógico son también rasgos muy representativos de esta obra con relación al comportamiento de sus personajes.
La pieza es una rotación simbólica de soledades, falsías, esperanzas desgarradas y pérdidas del sentido, dimensiones que explora con acidez y humor. De igual modo me molesta en esta puesta en escena, la agresividad despiadada del personaje masculino y su fría forma de mentir. Sobre todo “El momento fuerte cuando Vilma es golpeada por Feria”. Así como algunas cosas notables, en los momentos plasmados en mi mente después de verla, son: donde Vilma se acuesta en el banco, y donde ella se abraza a su pierna para que no se vaya, no tuve momentos de aburrimiento.
La obra forma parte de los momentos memorables de la interpretación teatral en República Dominicana. Está muy bien posicionada en el teatro dominicano, desde su primera función hasta el día hoy, ya que es una obra magistral. Constantemente rompe códigos habituales y no es conformista, sobrepasando las expectativas del público y algunos críticos. En lo concerniente a la parte escenográfica se ambienta en un lugar del parque, hojas de almendro en el suelo, el banco clásico del parque, las luces como retrato de la caída de la tarde. Aparentemente realiza una propuesta sencilla, pero compleja en criterios y fundamentada en la investigación de un proceso de creación de personaje en una relación sincera con la realidad y sus circunstancias.
La forma del espacio es urbano se inscribe en su entorno, es un parque concurrido por personas. En el Teatro Nacional, Sala José de Jesús Ravelo, una sala de teatro a la italiana ubicado en Santo Domingo, Distrito Nacional. El espacio escénico es el escenario de la sala Ravelo, pero los pasillos del área de los asientos son senderos del parque por donde uno de los personajes camina.
En caso de la obra los actores utilizan todo el escenario desplazándose por los diferentes espacios en escena, manifestando un desplazamiento físico separando la interacción entre los personajes, mientras que en otras ocasiones a lo inverso se daba un acercamiento e intercambio de afecto unilateral, sin una correspondencia. Se puede llamar también espacio lúdico, ya que, a través de sus acciones y sus realizaciones de proximidad o alejamiento, sus libres expansiones o sus confinamientos en un área mínima de actuación, los actores delinean los límites exactos de su territorio individual y colectivo.
Es necesario señalar que da una imbricación de todos los espacios, ya que, se puede describir la acción escénica y el escenario estaba explícito en un solo ambiente destacándose un banco característico de un parque público desnudando el otoño. El espacio permitía una interacción directa entre el escenario y el público envuelto en la escenografía utilizada, siendo el espacio propicio para la representación o el juego escénico, se podía observar una relación armónica, a pesar de ser una escenografía minimalista, que esquivaba respuestas en expectativas. De igual manera se daba una expansión de la acción cautivando al público en los conflictos que se daban entre los personajes. En la misma el personaje de Feria ponía al público en suspenso con sus acciones de inestabilidad.
Dentro del espacio hay armonía. Los elementos de la escenografía presentes son condiciones dadas dentro de la dramaturgia, y van de acuerdo con la situación de la obra.
En cuanto a la relación de lo escénico y lo extra escénico, en un momento de la obra el personaje de Vilma dice que va al baño, pero en realidad sale a revisar el pasaporte de Feria, después sale a usar una cabina telefónica, relacionándose esto con la situación dentro de la escena con constantes justificaciones, la de ir a usar el baño y la de ir a usar la cabina de teléfono, accionando de manera no visible para el público.
El espacio escénico donde se representó la obra de teatro cumple con la descripción del texto dramático, siendo este funcional para la puesta en escena de la obra: Se ven las hojas secas y la parte delantera del banco que son los elementos principales que te dicen que es un parque, esta oculta la piedra, resulta ser un elemento sorpresa, porque es utilería que se usa en determinados momentos, está oculto el lado trasero del banco, también utilizado por instantes; no se ve la cabina de teléfono, porque esta fuera del escenario, en otro lado del parque, así como el baño al que Vilma se dirige.
La escenografía no tiene una evolución, se mantiene igual durante toda la obra. Solo se observaba el banco de madera, el banco es un punto de reunión, la madera es el elemento cálido, representa la primavera y el crecimiento. Hojas de almendro secas simbolizan el otoño, connotando la época del año, pero también estas hojas reflejan la madurez y edad cronológica en la que se encuentran los personajes.
Referente al sistema de iluminación este se utiliza para ambientar y cambiar los horarios del día, empieza con una luz central que refleja la caída de la tarde, para luego cambiar a una iluminación que refleja las lámparas del parque, y con enfoque específicos a los personajes en momentos cruciales de la puesta en escena. Se logra reflejar el pasar de las horas a través de la iluminación, la iluminación cambia en los diferentes estados de ánimo de los personajes, la iluminación siempre acertada en la puesta en escena permitió que los personajes sean vistos todo el tiempo.
Se utilizan objetos de la vida cotidiana, de forma cotidiana, en casi todo momento, yendo de la mano con el curso de la puesta en escena. Cada uno cumpliendo con su función, vemos cigarros, encendedor, una piedra, cartera de mujer, etc.
Los actores accionan con los objetos de manera cotidiana y con organicidad. Dándose una relación directa con los objetos que sirven como catalizador de las acciones de los personajes y el movimiento de su cuerpo.
En lo referente al vestuario utilizan un vestuario que representa a dos personas de la vida cotidiana, con un estatus social de clase media baja, y una época en específico, pero sin dejar de lado la armonía con respecto a los colores usados y el vestido floral del personaje de Vilma que crea un placer estético, en un momento determinado la Chaqueta de Feria se convierte en un medio que carga utilería. Se apreciaba una relación del vestuario con el cuerpo del actor, estos se veían cómodos con el uso del vestuario ya que se trata de ropa casual, acorde con la época en la que se escribió la obra.
María Castillo nos muestra a Vilma a través de la expresión y la gestualidad con carga emotiva, manifestando su soledad. Utiliza un vestido de flores con mayas negras y zapatos de tacón básicos negros, una peluca lacia con corte de la época; trae un maquillaje que resalta su belleza, en un momento de la obra, un cambio que se destaca es el pelo de la actriz que debido a todo lo que pasa se despeina y el maquillaje empieza a verse demacrado por tanto llorar. La destrucción del peinado y del maquillaje, representa la transformación emocional que va sufriendo el personaje de Vilma a lo largo de la trama, en consonancia con los abusos físicos y psicológicos que recibe de Feria.
Manuel Chapuseaux usa gestos, tono y expresión cercana a un típico machista, utiliza un pantalón jeans y una chaqueta de jeans con una camisa y zapatos, el pelo peinado hacia atrás, teñido de color negro, su personaje no evoluciona a nivel de vestuario durante la obra. Los dos personajes están caracterizados a nivel de vestuario basándose en la vida cotidiana de dos personas de la vida común.
Gilda Matos (2017) María Castillo y Manuel Chapuseaux quienes han experimentado una catarsis actoral como resultado de la formación y años de experiencia en las tablas que les lleva a una aproximación consciente al método de Stanislavski, en su versión más acabada de las acciones físicas; las emociones surgen como resultado de lo que hace el personaje tras el objetivo, sin preocuparse por ellas: “La pequeña verdad de las acciones físicas pone en movimiento a la gran verdad de los pensamientos, las emociones y las experiencias”. La obra es una cátedra de este método.” (Visión del Arte, de Gilda Matos)
Manuel Chapuseaux tiene un excelente dominio de su personaje y de sus movimientos, quien marca su discurso con una caracterización original, añadiendo una dosis de humor al desarrollo, busca a toda prisa conseguir su objetivo utilizando toda clase de mentiras. Da pinceladas mostrando su verdadera personalidad pero solo hasta el último momento de su transformación lo vemos como el ser humano cruel y frio que es.
María Castillo le da vida a Vilma, una mujer esperanzada en encontrar el hombre con el que se pueda contar, y que vuelve a su vida con las mismas mentiras de siempre, representa la forma de ser femenina que justifica su existencia en la casa de un varón que aplaque la soledad. Un personaje que habla en sus miradas, silencios y gritos.
En la obra se da una relación conflictiva en los dos personajes. Un actor se puede relacionar con el otro de forma directa o indirecta, conflictiva o armoniosa, en este caso es directa y se establece mediante varios conflictos. El desplazamiento se da de forma coherente, con movimientos y gestos corporales que precisan la expresión. Lo que expresan los actores se corresponde con la realidad en lo relativo al tema de la violencia de género y maltrato femenino, dándole sentido a lo expresado.
En esta obra el autor ruso Alexander Gelman configura un texto que recoge las crisis en las relaciones de pareja, en la búsqueda de una relación ideal de amor, que se esfuma en desesperanzas y soledades en medio de los roles sociales y económicos que inciden en éstas, los actores encarnan sus personajes y se desdoblan de una manera extraordinaria. Los actores toman distancia de sus personajes. En la puesta en escena se evidencia un alto nivel de identificación del autor con el texto y el papel.
Se puede evidenciar la calidad de la voz, excelente en cada momento, clara, limpia, utilización de la voz neutra con un lenguaje coloquial. Manuel Chapuseaux en su versión reproduce el habla cotidiana. María Castillo se luce en los matices de su voz. Reproduce la carga emotiva de una soledad insoportable y se aferra a la esperanza de un amor que no lo es.
María Castillo (San Juan de la Maguana, República Dominicana, 9 de octubre de 1959) es una actriz, directora, productora y maestra dominicana con una trayectoria de más de 50 años en las artes escénicas. Es reconocida su experiencia en el teatro y el cine.
Manuel Chapuseaux, es un reconocido actor y director de teatro que ha consagrado su vida a las actividades escénicas. Es de los fundadores del Teatro Gayumba de amplio historial. Chapuseaux, tiene más 45 años de experiencia profesional como director, formador y orientador de numerosos grupos teatrales aficionados y populares.
Ambos son actores muy experimentados, reconocidos, nacional e internacionalmente, esto influye y va de la mano de manera coherente con las propuestas estéticas que estos actores tienen en sus grupos de teatro.
En la musicalización, la directora ha sido muy cuidadosa y medida: nada de más, nada de menos. Se escucha música ambiental, desempeñando un papel crucial para dar énfasis a determinados momentos de la puesta en escena. La música en la obra es instrumental, para acentuar momentos trascendentales. Y se acentúa en algunas ocasiones como por ejemplo: cuando Feria golpea a Vilma en el suelo, escuchamos música de suspenso, que genera una atmósfera de tensión e incomodidad en los espectadores, a partir de esto vemos al personaje de Feria como lo que realmente es.
Se puede apreciar en la puesta en escena de la obra el ritmo de algunos de los sistemas significantes. La iluminación y la actualización como ambientación armonizan el escenario. Hay partitura que sirve para inscribir esos sistemas significantes, en este caso se puede apreciar la coherencia de la narrativa visible en los diálogos.
La obra me pareció corta, debido a que la trama me atrapó y me perdí en ella, pero es un espectáculo completo de una hora y quince minutos aproximadamente. En la misma los actores tienen un ritmo continuo a la hora de accionar; durante toda la obra, están haciendo ese algo que permite que el curso de la acción permanezca desde que empieza hasta el final. Los ritmos particulares se articulan de forma suave en la mayoría de los casos y en los momentos de discusión conflictiva tiende a subir el tono. En los diálogos se interponen los ritmos particulares, se puede decir que se intervienen en los momentos de contradicción, ocurriendo mayormente en los momentos de conflictos. En la puesta en escena de la obra se puede ver la transición de los personajes en la interacción que hace posible la comunicación.
Si miramos la historia o fábula a través de la escena, tenemos a un hombre y a una mujer que se reencuentran en un parque, al que han llegado en busca de compañía. Allí se reinicia el drama sentimental de esta pareja, ávida de ternura y comprensión.
La puesta cuenta la misma historia que el texto, a través, de un riguroso realismo cotidiano, Gelman expresa en su dialéctica el desamparo de la sociedad actual. Los personajes son un hombre insatisfecho, inseguro, mentiroso y ella, una mujer divorciada, necesitada de una relación estable que llene su vida.
Hay una coherencia entre la puesta en escena y la dramaturgia de Gelman. Y la puesta obedece a la función de sus opciones dramatúrgicas e ideológicas, matizando los ideales del autor de la obra.
Se refleja un nivel de ambigüedad al igual que en cualquier texto, ya que, en los diálogos incitan a la interpretación cuando usan términos pocos precisos o con una intención implícita. Quedando una serie de cosas que dejan en incógnita.
Siendo algunas cosas claras como aquellas palabras que atan al público a una reflexión que lo hace perderse en la interpretación, trayéndola a un contexto social. Y dialéctica entre lo ambiguo y lo claro, se da, en vista que la visualización del texto puede entenderse como un proceso constante de cambios, que aclaren lo ambiguo u oscuro o todo lo contrario. De cualquier forma, habrá ambigüedades en la medida en que un gesto, una mímica, no pueden reducirse a un solo sentido sino que son polisémicos. Es una realidad palpable cuando la obra es puesta en escena que la ambigüedad se cuela en las expresiones de los personajes de forma implícita, además el teatro en medio de la ficción alimenta la imaginación y juega con los sentidos a través de la caracterización de los personajes.
En la obra los actores cuentan la historia, a través de su cuerpo y voz, encarnando el personaje y haciéndolo parte de él, provocando una simbiosis fraternal que lo une en una vivencia marcada por su forma de ver el mundo. El género de la puesta en escena es el Drama, pero inclinado hacia la comedia. Otra opción puede ser la recreación de un espacio escénico cargado de elementos visuales que atrapen al público y lo lleven a un mundo con otros horizontes y nuevas aventuras, que toque cada parte de las emociones del actor dejándolo como ser reluciente porque muestra su verdad.
La puesta en escena de María Castillo es de una extraordinaria fidelidad al espíritu original de Gelman, toda vez que suya es la traducción y ella conoce bien la esencia de los años en que fue escrita la obra. Es una traducción filológica, donde se contextualiza la obra estableciendo un paralelismo entre dos épocas hermanas por los mismos acontecimientos referenciado en el tema central de la trama que da vida a la dramaturgia empleada. En otro orden desde hace unos 35 años Banco de Parque, obra del dramaturgo ruso Alexander Gelman, forma parte del repertorio teatral dominicano, gracias al buen gusto de la teatrista dominicana María Castillo quien después de traducirla la puso en escena. Le concede un lugar preponderante, invitando a la lectura de este, además de impregnarlo con las emociones de los personajes.
Según la apreciación del texto, es obra bien valorada. Es importante su valoración por parte de personas que lo han leído. Entre el texto y la imagen (oído y ojos), hay una relación directa, ya que, el escenario proyecta un mensaje claro para que se relacione el titulo con el espacio escénico. El texto se apega a la imagen escénica de forma directa, estableciendo una relación entre la percepción visual y auditiva, ya que la actuación de los personajes armonizaba todos los elementos sustanciando la puesta de manera integradora.
El escenario me pareció adecuado para la presentación de la obra y una adecuada distanciación entre público, personajes y espacio de desplazamiento. La institución teatral en la que se sitúa esta puesta en escena es el Teatro Mandrágora, bajo la direccion de Maria Castillo.
Banco de Parque cumplió todas mis expectativas, no conozco el texto, pero de acuerdo con mis investigaciones la propuesta de María Castillo sigue fielmente el texto de Gelman y solo lo traduce al español dominicano. Conocía la escenografía por imágenes vistas de la promoción, conocía a Chapuseaux, lo había visto actuar y recibí un taller de actuación con él como maestro, en San Juan de la Maguana, estaba consciente de las capacidades de Chapuseaux como actor, pero no conocía a María Castillo y me sorprendí de manera satisfactoria al ver a tan poderosa mujer en escena, actuando y como directora de esta propuesta.
Para mi apreciar este espectáculo fue totalmente gratuito, como
estudiante de Teatro de la Facultad de Artes, me obsequiaron
boletas, con el compromiso de asistir a ver esta magistral obra.
Sin embargo, queda implícito que lograr una obra como esta
se requiere de una inversión considerable. La misma se considera
una obra apta para todo público adulto, sin necesidad de
tener un conocimiento previo del tema para comprenderla.
La reacción del público en general es de manera positiva, valorando
la obra de forma favorable, ya que los lleva a relacionarla con la
situación actual y la lucha en la sociedad y la denigración del sexo
femenino por parte de los hombres machistas. Mi reacción
personal corresponde con la del público, reí, me molesté,
me dieron ganas de llorar y sentí la tensión en la sala cuando
Vilma era golpeada por Feria, despertó en mí el sentir poniendo a
vibrar mi pensamiento, quedando cautivada al igual que el público
por esta maravillosa puesta en escena.
El público se convierte en el ente motivador para
que los personajes se sientan más comprometidos y
se entreguen en su actuación, dándolo todo en cada escena.
Se aborda un tema que invita a grandes cuestionamientos en lo social, y encarna la realidad de la sociedad dominicana. Se abre el abanico de posibilidades, ya que cada integrante del público tiene la oportunidad de sacar sus propias conclusiones.
Aquel banco en un parque con ella sentada junto a él, enlazado con juego de palabra que evidencia el maltrato. Dentro los elementos o pasajes que detonaron especialmente mi sensibilidad, están, la forma como él le hablaba, hiriendo sus sentimientos, y ella, sacaba de dentro la dureza que contrarrestaban su vergüenza.
Dentro de las imágenes que se me quedan del espectáculo está la imagen de Vilma cuando se recuesta en el banco para hablar con él, y cuando Vilma se sujeta con fuerza de su pierna, para que él no se vaya, a pesar de él haberla maltratado. Es una obra muy emotiva, salpicada de conflictos entre parejas que pueden terminar en grandes discusiones, por diferentes situaciones que afronta el ser humano.
Si quisiera conservar este espectáculo lo filmaría, tomando en cuenta cada detalle desde diferentes ángulos para que no se pierda ningún detalle. Usando varias cámaras para abarcar desde lo general hasta los detalles particulares que embellecen la puesta en escena. Tomando en cuenta el mensaje que deja la obra y la necesidad de sensibilizar a la sociedad a través del teatro.
La atención del espectador por la puesta en escena se manipula, entregándole una buena actuación que toque el sentir de cada uno, provocando un antes y un después de ver la obra con emociones favorable que le ayuden mejorar sus actitudes y tratar mejor al prójimo.
La obra puede provocar serenidad y concentración de acuerdo con la manipulación de los diálogos, y la fluidez de las palabras en el tono adecuado y la expresión corporal en cada movimiento. De igual manera se puede provocar el efecto contrario a través de la exaltación del tono de voz y provocación con insultos entre los personajes.
Se da el manejo del lenguaje entre los personajes, en un tramo expresivo que envuelve a los actores en un mundo tal vez conmovedor donde se requiere escuchar y ser escuchado.
En la obra hay objetos y elementos que no se pueden reducir a signos, como la emoción que empapa cada palabra y la ternura que se quiere dar de forma forzosa, no bien recibida, lo cual deja toda una brecha en el pensamiento del público, ese lado no tematizable es un problema mío o algo que la puesta no permite que se transforme a signo, ya que, ese lado es el que sustenta el conflicto y da luz a las reacciones emotivas entre los personajes y el público.
La puesta en escena es una obra completa, en dramaturgia, estructura escénica, simbología, caracterizaciones, escenografía, es decir en todos sus componentes, muy rica en esencia, por lo que para mi como espectadora alcanzó ese sentido que le da razón de ser al teatro.

"El entusiasmo, las ganas de vivir" (Foto: Mik Pasco).
Actuación de María Castillo junto & Manuel Chapuseaux.
La Caracola de Amín
Por Victoria Comas

La Caracola de Amín” un fantástico viaje por la imaginación,
written by La Redacción Diario Social (marzo 27, 2022).
Un montaje colorido que no pasa por desapercibido
Escrita y dirigida por Miguel Espinoza y Francisco Rodriguez
Producida por Teatro Utopia
Esta obra narra la historia de una niña fanática de los videojuegos que realiza un fascinante viaje a través de la imaginación, en el que conocerá seres fantásticos como su amigo Amín, quien la acompañará en el camino de vuelta a casa. Mientras tanto atraviesan obstáculos y pruebas que la ayudarán a conocerse. La aventura le demuestra que su vida está llena de regalos que vale la pena descubrir.
En toda la puesta en escena vamos a ver distintos cambios de iluminación, vestuario, lugares, personajes que nos irán dejando un mensaje o lección a su paso.
Esta obra nos lleva por un camino completamente imaginario por llamarle de alguna forma, invitando a los espectadores, especialmente niños, a ser cómplices y participar, por ejemplo en un momento se les invita a elegir personajes (avatares) de los juegos que juega la niña (actriz), e incluso pidiendo ayuda para adivinar acertijos; todos estos escenarios ficticios pero que los actores y todos los elementos escénicos logran que sintamos reales y hasta que estamos dentro de este mundo con ella.
Como he mencionado, la niña, que es el personaje principal, atraviesa distintos lugares y estos son llevados a través de cambios de proyecciones e iluminación, no hay muchos elementos escenográficos, por lo cual diría que la propuesta es hasta cierto punto minimalista, y en varios momentos se rompe la cuarta pared (efecto de distanciamiento Brechtiano), para interactuar directamente con el público (niños y niñas).
En la caracola de Amin vi mucho compromiso físico por parte de los actores, que cantan, bailan y se desdoblan dándole vida a varios personajes.
La escenografía consiste en su totalidad en una especie de telón blanco colocado al fondo del escenario donde vemos proyectadas distintas imágenes, estas dependen de donde se encuentre
la niña.
La obra fue presentada en la sala Ravelo del Teatro Nacional. Es un teatro a la italiana y hay interacción con el público en distintas ocasiones, pero en general todas las acciones de los actores ocurren en el escenario. Los personajes utilizan prácticamente todo el escenario, aunque en cada escena tienen su “espacio lúdico'', bien establecido. Por ejemplo en una escena de la obra nos presentan a la niña en el “centro foro”, jugando con la tablet y los
personajes de los videojuegos estaban en el proscenio.
La relación espacio-público se mantiene frontal durante toda la puesta en escena,
por lo cual es estable. La estructura del espacio escénico utilizado es “formal”.
Todos los elementos de la puesta en escena son utilizados y acompañan las
acciones de los personajes y sus intenciones.
Considero que el espacio en el que se desarrolló la puesta en escena va muy de la mano con
lo planteado en la dramaturgia. Pues con las proyecciones en la parte de atrás, más las luces,
música y personajes nos transportamos a donde ellos nos lleven.
La escenografía como he dicho consta de un telón blanco en el que se proyectan distintas imágenes dependiendo donde esté la niña, por ende en algunos momentos cambia, pero termina donde comenzó, en la habitación de la niña, que logra regresar a su hogar.
El montaje es muy colorido por lo cual resulta muy atractivo. La luz es eléctrica y se encuentra todo el tiempo complementando y siendo parte de la escenografía, en una ocasión se apagan todas las luces y entran a escena unos “ojos” que brillan, son de colores luminosos y representan los “monstruos”. Aparte de los monstruos se encuentra la niña en escena y también resalta pues algunos detalles de su
vestuario brillan en la oscuridad, sin duda un maravilloso momento. El “apagón” sólo ocurre en esta escena, en el resto de la obra las luces permanecen encendidas permitiendo que los actores siempre sean visibilizados.
Los objetos más utilizados en la escena fueron la tablet, que utiliza el personaje de la niña
cuando está jugando videojuegos y su amigo Amín utiliza una caracola, todos estos son
manejados con naturalidad en los momentos que los utilizan. También se encuentra un cojín
donde la niña está sentada al principio de la obra, y en el que se acuesta al final.
En el caso de la niña y la tablet refleja una realidad muy actual, y es la de que la mayoría de los niños siempre llevan una tablet u otro objeto electrónico con ellos, y cuando los tienen no escuchan ni entienden y no los quieren “soltar”, se van tarde a la cama, entre otros comportamientos que vemos en la obra, como la desobediencia, falta de respeto a sus padres, etc. Estos además se ensimisman tanto en los juegos, en ese mundo cibernético, que se olvidan de todo lo que hay afuera.
La caracola de Amín, que considero es uno de los objetos más importantes, es utilizada en varias ocasiones, para llamar personajes, hasta resucitar a otros, en fin es la responsable de que la mayoría de la “magia” ocurra.
El cojín a parte de la proyección en el telón es muestra de que la niña se encuentra en su
habitación.
Los vestuarios son muy coloridos y fantasiosos, y cumplen su función de caracterización,
vemos por ejemplo a la niña con un overall y peinada con bolitas de pelo, una oruga que lleva
un traje verde, una mariposa con hermosas alas de colores, etc. Todos los personajes son
fáciles de identificar por su vestuario y colores.
El vestuario de Amín y su tribu considero es de los más elaborados, es muy evidente que él y sus amigos provienen del mar, por los elementos del vestuario que dan alusión a cierta escamosidad y el color azul predominante en su vestuario, a parte de esto, ellos y otros personajes usan máscaras, algo muy característico de las producciones de Utopía Teatro. Todos los actores logran lucir cómodos en sus vestuarios, aunque parezcan hasta pesados, como en el caso de los “cabezones”, que llevan grandes máscaras.
En esta obra hay actores que representan varios personajes y probablemente no haya sido
fácil el factor de tener que cambiarse varias veces, sin embargo en el montaje no se ve ningún
tipo de atropello, problema de ritmo o incomodidad por parte de ellos a la hora de interpretar
los personajes.
Nairelis Ureña, la actriz que interpreta a la niña, es delgada y de baja estatura, todo el tiempo mantiene el mismo vestuario y su gestualidad siempre la hace verse como una niña.
Geovanny Guareño, el actor que interpreta a Amín es de una complexión media, su plástica corporal, gestualidad y forma de hablar, (la cual no había mencionado hasta ahora) son muy características y las mantiene durante toda la obra, el personaje tiene su propio “lenguaje”, y este solo puede entenderlo la niña, que hasta cierto punto sirve como traductora transmitiéndonos lo que él dice, esta forma de hablar no solo la posee él, sino todos los miembros de su “tribu”, los cuales comparten con él también la forma de desplazarse, es decir como caminan en el escenario y la plástica corporal.
Los demás actores y actrices son: Diana Micardi, Astrid Gómez, Renso Mora, Estefany Vásquez, Roberto Brown y Raquel Rodríguez, quienes tienen ciertas diferencias físicas, unos son más altos, otros más bajos, unos de complexión delgada, otros media e interpretan entre 4 y 5 personajes durante la puesta en escena, todos con características distintas, nunca sentimos que estamos viendo el mismo personaje, pues su plástica, gestualidad, maquillaje y máscaras nunca son las mismas.
Considero que los personajes fueron construidos de forma correcta basándose en las posibilidades físicas y habilidades de los actores, un ejemplo de esto es el de la niña que aunque la actriz Nairelis Ureña no lo sea realmente, ha logrado que la veamos así en su totalidad.
La relación entre todos los actores es armónica y los desplazamientos han sido limpios, se nota cierta complicidad en el grupo, especialmente entre Amín y la niña. Cada personaje deja huella a su paso, ya sea por lo fascinantes que son o por el mensaje que nos dejan a los espectadores.
Los actores se notaban orgánicos cuando decían sus textos, había una relación de apropiación de este, no se noto ninguna distancia entre el texto y su cuerpo.
La calidad de la voz de los actores fue buena, se les escuchaba y entendía en todo momento, en uno de los momentos cuando los personajes de la oruga y la mariposa cantan resulta placentero la forma divertida en la que lo hacen, logrando la carcajada del público pero estas nunca desentonan. La voz fue utilizada en ocasiones en forma musical y en otras de forma común.
Los actores que interpretan la obra La Caracola de Amín, son conocidos por su gran trabajo y entrega realizados en proyectos de Utopía Teatro, y fuera de este. Hacer este tipo de teatro en el que prima el gesto y el movimiento es la línea de trabajo de los actores pertenecientes a dicho grupo.
En la puesta en escena en ocasiones hay música y en otras no. La música utilizada nos ayuda como espectadores a mantenernos dentro del dinamismo de la escena. Por ejemplo cuando la niña está jugando videojuegos, la música característica de estos juegos (Juegos de luchadores, pastelería, chicas bailarinas,etc.) acompaña la escena haciéndonos sentir que realmente está jugando estos videojuegos en vivo, y evocando la memoria de los que jugamos estos en algún momento de nuestra vida; cuando la mariposa canta hay música de acompañamiento, cuando aparecen las moscas escuchamos ese zumbido insoportable, en los momentos de baile tambien hay musica, como he dicho la música y el sonido llegan en momentos claves y cuando es necesaria para enriquecer la escena, y llevar mejor el ritmo del espectáculo.
En la música utilizada siempre se percibe que hay relación con la historia, nunca hay distanciamiento entre la música y el momento que estamos presenciando, e interviene en momentos muy específicos enriqueciendo las acciones de los personajes.
La música, escenografía, iluminación, bailes, todos los elementos de la puesta en escena se ven coordinados, se nota que hay una partitura establecida.
La obra dura unos 40 minutos, y se disfruta, en ningún momento me aburrí o la sentí interminable, posee un ritmo continuo, en ningún momento hay pausas, cada suceso ocurre tras otro sin dejarnos con momentos vacíos o silencios innecesarios.
La puesta en escena cuenta la misma historia que el texto ya que fue escrita para esta representación. Hay coherencia en la lectura, el texto se percibe de forma clara y los actores se ven orgánicos al contar la historia.
El texto presentado en escena es la versión original, escrito por Miguel Espinoza y Francisco Rodriguez y pertenece al teatro infantil.
La puesta en escena se sitúa en la sala Ravelo del teatro nacional, bajo el marco del 1er festival de Teatro Banreservas .
Este al ser un espectáculo que parecía más para niños no pensé que fuera a disfrutarlo tanto,
pero sin duda lo hice. Me sorprendió muchísimo y sobrepasaron mis expectativas tanto el
texto, actores, directores, etc.
La entrada fue totalmente gratis solo hubo que pasar a recoger las boletas con tiempo. No era
necesario tener ningún tipo de conocimiento de política u otros campos del conocimiento para entender la obra.
El público en su mayoría ha tenido una actitud muy positiva hacia el espectáculo, han sido muy receptivos y han emitido muy buenos comentarios. Algunas estrategias utilizadas durante el espectáculo que hicieron posible una conexión con el público son la interacción, bailes, canciones e incluso al final los actores aún en personaje salen a compartir y tomarse fotos con los espectadores.
El espectáculo está lleno de imágenes que se quedan en nuestra mente, por la armonía en todos sus elementos y por ese mundo de fantasía que vemos, dentro de las imágenes que se quedan en mi cabeza está el videojuego de los pasteleros, la mariposa , los ojos y la tribu de Amín aceptando a la niña.
Para conservar este espectáculo me valdría de una crítica de este tipo, que analiza todos los detalles de la misma y para el aspecto visual la grabaría, colocando la cámara en el centro y lo más cerca posible del escenario para que capte todo, siempre utilizando un plano general.
Todos los elementos de la puesta en escena tienen sentido y ninguno está resignificado, todos se usan cómo los usamos cotidianamente, excepto por la caracola que es el “instrumento” que lleva Amín, y la que de cierto modo es la que hace posible que todo ocurra, parece una caracola normal, y cuando Amín la sopla suena como una caracola
normal, pero esta produce distintos efectos, que no son para nada cotidianos, al final de la historia cuando se va le deja la caracola a la niña, la cual se la acerca al oído y escucha la voz de su amigo Amín y sus compañeros de tribu y como evidencia de que tal vez, no todo fue un sueño, y de lo maravilloso que es conservar recuerdos de nuestras buenas experiencias.
Este espectáculo nos recuerda el gran valor de la vida, enseña que todo tiene su tiempo, que es importante el respeto hacia los demás y que hay que aprender a apreciar los momentos, amistades, familia, todo lo maravilloso que tenemos en nuestras vidas.
Sin duda es una obra que todos deberían ver, especialmente los amantes del buen teatro.
