Memorias de casa de teatro.
- LA OTRA PIEDRA
- 23 mar 2022
- 26 Min. de lectura
Actualizado: 3 abr 2022
Por: Modesto Ramírez C.

“El sueño de mi vida: El teatro”
Al principio, se pensó que la Casa fuera exclusivamente de teatro. Un espacio para aquéllos que no encontraban espacio. Un lugar para la experimentación, pero la realidad que vivía el país, exigió a la Casa que abriera sus puertas a otras manifestaciones. Lo que fuera Casa de Teatro en sueños, se convirtió en Casa de fotografía, de artes plásticas, de poetas, de titiriteros, de grupos folclóricos, de ballet clásico, de música experimental, Casa de talleres de todo tipo, de disidentes políticos, de escritores, de amantes del cine, Casa abierta a todo aquel que buscara un espacio para ser y soñar sin importar el nombre ni su cuenta de banco.


Introducción.
En este trabajo de investigación, estaré mostrando parte de la trayectoria que ha tenido Casa de Teatro a través de sus 47 años de fundación. Para la realización de este trabajo utilice diferentes fuentes, como son: El libro de memorias, el cual se encuentra en las instalaciones de Casa de Teatro, también busque información en la página web de dicha institución y algunas otras informaciones en la internet.
Historia.
Casa de Teatro surgió de la idea de cuatro amigos, entre ellos, Freddy Ginebra y Ángel Haché; es un centro cultural fundado en 1974 por un grupo de jóvenes quienes entendían la necesidad de crear un espacio independiente e innovador. En la actualidad, es un referente y un espacio abierto al talento nacional y al arte en todas sus manifestaciones. Casa de Teatro mantiene un calendario de actividades culturales permanente, entre ellas obras de teatro, espectáculos de danza, exposiciones de pintura, artes visuales y música. Cuenta con una sala de espectáculos, dos de exposiciones y un café concierto. Casa de Teatro mantiene una serie de premios y concursos para estimular la creación dominicana y de la región. El lugar, que constituye un referente cultural, inició con una sala de exposiciones y para hacer teatro los actores debían trasladarse al patio. Con el tiempo y por las crecientes necesidades se fueron formando todos los rincones culturales de la casa. Hoy en día la entidad consta además de las tres salas de exposiciones -dos grandes y una pequeña- de un salón con 250 butacas. Casa de Teatro le da la oportunidad a los artistas conocidos y a los jóvenes que nunca han expuesto sus talentos al público. Lo mismo pasa con la música. Es, en esencia, un espacio y un medio de expresión y difusión de la cultura. Fue en las instalaciones de Casa de Teatro, donde se gestaron las carreras artísticas de Juan Luis Guerra y Michael Camilo, una satisfacción enorme que, para Sonia de Ginebra, forma parte de los frutos que exhibe la entidad. Freddy Ginebra es el gestor cultural de la casa, él es quien continuó con ese sueño de muchachos que arriba a sus 41 años de mano con el arte y al lado de los artistas. Por el escenario de esta casa de arte y cultura han desfilado los artistas dominicanos más sobresalientes de todas las épocas, entre ellos, Víctor Víctor, Sonia Silvestre, Luis Díaz, Marel Alemany y Pavel Núñez. Casa de Teatro es de las pioneras en establecer los concursos literarios en el país. Se realizan concursos de pintura, de fotografía y de cuentos. Sonia explica que la casa es visitada por un público fijo, hasta la cuarta generación. “Vienen los abuelos, los padres, los hijos y los nietos. Siempre recibe un público fijo”. Este es un espacio que está abierto desde las nueve de la mañana y hasta las dos de la madrugada. Los estudiantes se acercan a hacer sus tareas, le buscan los libros, además de poner a disposición de ellos un área de internet, la administradora de la institución cultural, cree que no debe limitarse solo a la Zona Colonial, sino que debe haber un espacio dedicado al arte y a los artistas, como Casa de Teatro.
“El sueño de mi vida:” El teatro, Por Freddy Ginebra.

Todos tenemos un sueño en la vida, algo que queremos hacer algún día, no importa cuando, pero hacerlo. Ese sueño pasa a formar parte de nuestra vida, de tal manera que llegamos a considerar que, sin su realización, nuestra vida no tendría sentido, estaría incompleta. El sueño de mi vida: el teatro. De adolescente, de joven estudiante universitario, siempre el Así de adolescente teníamos, Ángel Haché, de "zaguanes". Allí, en los zaguanes y azoteas, montábamos para los amigos del barrio, las obras que nosotros mismos escribíamos. El segundo paso, fue la formación del grupo de teatro “Tirso de Molina" en el Colegio La Salle.
En los años de estudiante universitario, junto a un grupo de amigos, surge la idea de formar una asociación, que viéndola hoy desde lejos viene a ser el embrión de la Casa de Teatro, esa asociación fue "La Máscara". Luego de "La Máscara" hice algo de teatro en televisión. Más tarde, por razones de trabajo y otras responsabilidades, me alejé del teatro, ya no participé activamente, pero... seguía soñando. Soñaba constantemente y con intensidad; actuar, dirigir, escribir teatro. Luego el sueño se hace de mayores dimensiones y va tomando forma, no solo actuar, dirigir, escribir, sino también algo más, sin saber a ciencia cierta que era ese algo más. Estaba difuso, sólo sabía que incluía mucha gente: artistas con inquietudes, y con escasas posibilidades para realizar sus proyectos, y público, mucho público de todos los ámbitos, la mayoría de ellos no conocían nada de teatro, pero empezaban a conocerlo a través de esos sueños.
Un alto, un rompimiento, una decisión hacen que los sueños difusos y oscuros empiecen a esclarecerse y tomar forma. Pienso que lograr algo cuesta esfuerzos, que muchos artistas no tienen posibilidades de proyectarse a su público, al pueblo, que están limitados para llevar su mensaje, su obra artística y comienzo a ver la necesidad de moverse, de actuar, de hacer algo Y nace la idea; una casa de teatro. Todavía no sabía exactamente cómo sería cómo iba a funcionar, si estaba seguro que iba a lograrlo, que iba a interesar a mucha gente, que iba a prestar un servicio, que iba a llenar una necesidad. Demás está decir que comentar esto el calificativo de loco. ¡Ah, las ganarse era locuras de Freddy! Siempre con sus cosas; Aferrado a "mis cosas" ya "mis locuras", empecé a trabajar buscando gente interesada, hablando con los amigos, tratando de definir la idea. Esta empieza a tomar forma: hay que agrupar la gente interesada en hacer teatro, hay que buscar un local y ponerlo a servicio y disposición de toda esa gente, hay que desarrollar el gusto del pueblo por esta actividad artística haciendo teatro de manera permanente y haciendo estos espectáculos accesibles a las mayorías. antes que nada. De esta manera la “Casa de Teatro” empieza a tomar forma, a definirse. Lo que se ha hecho durante este tiempo y a partir de estos planes iniciales - por no volver a hablar de la época de los sueños obsesivos-es como para escribir un libro completo.
Buscar la casa, conseguir el dinero para comprarla y ponerla en condiciones de habilitarla, esto es: solicitar préstamos, recibir negativas, volver a solicitar... siempre empezando, pero con la firme convicción de que aquello había que lograrlo, de que valía la pena, de que era sumamente necesario. Pero aquí no acaban las cosas, había que convencer a la gente de que la idea valía la pena. Y convencer a mucha gente de que una locura de Fredy Ginebra tiene vigencia, es algo que cuesta mucho trabajo... Al final convencí a alguna gente, y a mucha otra por supuesto no logré convencerla. Pero los convencidos bastan para empezar. Aprovecho para citar a esos convencidos que nos han aportado desde su apoyo económico, hasta su ayuda profesional de manera desinteresada únicamente movidos por su fe en lo que proyectamos hacer. Estas personas e instituciones son: Fundación García Arévalo, Talleres Alce, La Artística, Banco Condal e Ingenieros y Arquitectos, así como los arquitectos César Iván Feris, Miguel Fiallo y William Vega. Por otra parte, ya tenía un logro sumamente importante: un grupo de gente convencida de la necesidad de impulsar el teatro en nuestro país y dispuesta a fajarse, a darlo todo lograrlo.
Estos nombres están ligados a nuestro nacimiento y sus partícipes debidos de todas las angustias, los inconvenientes, y los problemas que conllevan va concebir y parir una idea; y los no menos problemas desarrollarla y hacerla crecer. Ya no estaba solo, ya la idea se materializaba, ya otros la hacían suya y empezaban a amarla como yo. Así las cosas, empezamos a dar los pasos definitivos y en coordinación con otros grupos de teatro iniciamos las presentaciones. * Iniciamos en el interior: Santiago, Baní nos sirvieron de escenario. Esperábamos cerrar este ciclo con la celebración de la primera temporada de teatro en la capital, pero... la casa no estuvo lista para esa fecha y trasladamos las presentaciones para hacerlas a partir del día 31 de julio en que abrimos con la obra de Durremat "Proceso por la sombra de un burro".
Hasta ahora he hablado de la concepción y el alumbramiento de la idea. La Casa de Teatro ha nacido ya, hablaremos a partir de ahora de las proyecciones. ¿Qué somos ahora? Al momento tenemos un local para presentaciones con capacidad para 200 personas. Una casa en remodelación con locales utilizables para exposiciones pictóricas y artesanales. Un Café-Teatro que funcionará para el público a partir del día 31. ¿Qué queremos ser y hacer? Brindar nuestro local a toda la gente interesada en hacer teatro en el país. Lo único que exigimos es talento, calidad, arte verdadero.
Ofrecer un local para charlas, conferencias, tertulias. Una biblioteca de arte especializada, así como una pequeña sala de proyecciones y para la realización de cine foros. por dueños han sido e inconvenientes de presentaciones de artistas populares y conciertos. Pero todavía queremos más... Queremos incidir en el agrupamiento de los artistas dominicanos y en un trabajo amplio en el sentido de elevar el nivel cultural del pueblo, proyectando las artes en general y el teatro en particular a todos los ámbitos del país, haciendo espectáculos accesibles a todo el mundo, creando las bases para el desarrollo de jóvenes con aptitudes artísticas pero con escasas o ninguna posibilidad... Queremos crear un centro de cultura en el que tengan cabida todos los hombres y mujeres de este pueblo que creen en el arte -en sus diferentes manifestaciones- como vehículo de comunicación y que quieren hacer llegar su mensaje artístico a todo el pueblo y quizás no tengan cómo hacerlo. Ambiciosas proyecciones, pero sigo creyendo que llena una necesidad, un vacío en nuestro pueblo, un pueblo sensible y de alma abierta al arte en sus diferentes ramas, pero que no se le han brindado las posibilidades de conocer y apreciar el mismo.
Ya tengo en mis manos la Casa de Teatro. Es un sueño que ha comenzado a materializarse, es el principio de algo que el tiempo y el pueblo se encargarán de hacer realidad. A partir de la inauguración, la responsabilidad de la Casa de Teatro deja de estar en mis manos, pasa a las de todos aquellos que han querido hacer arte en este país y no han podido precisamente porque le ha faltado estímulo, local físico, posibilidades. Antes de finalizar, quiero hacer público mi reconocimiento, a todos los compañeros de la "Casa de Teatro" que han trabajado las "30 horas del día" en sentar las bases para nuestro trabajo. Ellos son la base, el pilar, el sustento humano de nuestro trabajo. El local de la Casa de Teatro, la buena voluntad y el talento que pueda tener están al servicio del pueblo dominicano. La Casa de Teatro es un reto de amor a todas aquellas personas (artistas en general) y al público hambriento de arte a su alcance. Este sueño que ha sido mío, quisiera compartirlo con todos...
Los frutos de casa de casa de teatro.

De Casa de Teatro nacieron otras entidades culturales como: Teatro Guloya y Teatro Las Máscaras, dirigido por Lidia Ariza y Germana Quintana. Son teatros pequeños, creados por muchachos que salieron de la entidad. El vínculo no se ha roto, por lo que han seguido trabajando en conjunto. “Casa de Teatro ha llenado un gran vacío en la Zona Colonial. Somos una fundación sin fines de lucro. Vivimos de las donaciones de los amigos de la casa, que saben que lo que aportan va a ser bien utilizado. Nunca hemos tenido problemas. Buscamos becas, mandamos estudiantes fuera del país.” Patrocinamos los gastos que los becados van a utilizar. El procedimiento es que el artista, que ha hecho una solicitud para estudiar en España o en Cuba, viene acá y a través de Casa de Teatro, hay compañías que ayudan con los pasajes de los estudiantes y la Casa sigue dándole apoyo”, afirma Sonia Ginebra, tras explicar que la zona necesita más lugares como Casa de Teatro.

Cuenta con talleres artesanales, pero que las casitas estaban muy deterioradas y el Ayuntamiento del Distrito Nacional, prometió entregarles otras nuevas, que aún están esperando. Pero la labor de Casa de Teatro va más allá de una expresión cultural, las obras de bien social forman parte de su itinerario. En Bonao, junto a un grupo de monjas latinoamericanas, se encargan de dar apoyo y cuidado a unas 22 niñas abandonadas. Para ofrecer ayuda a estas niñas, con edades entre los cinco y 18 años, reúnen ropa, medicina, juguetes y comida. “Nosotros realizamos labores sociales que hemos tenido que suspender por falta de recursos.”
La gran familia que conforma Casa de Teatro.

Sonia de Ginebra afirma que Casa de Teatro es una gran familia, pues algunos de los empleados están ahí desde que la entidad abrió sus puertas. En la mañana trabajan ocho personas, pero ese número se incrementa para las actividades nocturnas. Algunos artistas aportan un 30 por ciento de las ventas de sus exposiciones, algunos aportan un 20% o lo que puedan. Si no logran vender, antes de retirar las obras de arte, el artista le regala una a la institución. “Freddy lo deja como exposición permanente, pero los artistas lo donan con la idea de que podamos venderlo y obtener dinero.
En el caso de los artistas, se les cede el espacio del bar, la venta de boletas corresponde al artista.
En este caso, el único beneficio se obtiene de las ventas del bar. “Aquí al artista no se le cobra, pero cuando necesitamos realizar un concierto para recaudar fondos, los artistas trabajan gratis”. Solo dos veces al año, la casa recibe el dinero de las boletas, cuyos recursos se destinan al festival de Jazz, con ese dinero se paga a los artistas internacionales y el alquiler de los instrumentos”. Lamenta que, por el reducido apoyo económico, han descontinuado algunos de sus trabajos sociales, como el de la escuela Rayito de Sol, una institución que ofrece atención a niños especiales, principalmente con Síndrome de Down. Empero, agradece la solidaridad de los empresarios que siempre dicen presente, como Marino Mendoza, el propietario de Adrian Tropical, “que siempre dice presente”.
Libro de Memorias de Casa de Teatro.

Lo que ofrece Casa de teatro para la formación y recreación de la sociedad.
La efervescencia creativa hizo que un espacio pensado solo para teatro, se transformara en galería pictórica, sala de ensayos, escuela para niños y adultos, formación de grupos de teatro, escuela de danza, grupos de fotografía, noche de jazz, teatro de títeres, reuniones de poetas, centro de conferencistas... la casa cobró vida y se convirtió en canal para que los nuevos y jóvenes artistas pudieran sin necesidad de recursos económicos o prestigio, expresaran su talento.
La galería de arte.

Cada año en su galería se realizan más de 30 exposiciones de pintura y fotografía, se producen espectáculos de música, ballet, teatro, conferencias y otras tantas expresiones culturales. Se realizan intercambios culturales con otros países, se llevan sus obras y exposiciones a las ciudades del interior, se organizan presentaciones a empresas. La casa está abierta todos los días del año y en su café bar se reúnen los artistas y en días de semana hay jazz o nueva canción, o noche de boleros.
Apoyada por la firma León Jiménez y la Cervecería Nacional, patrocina concursos de cuentos, teatro, novela, poesía, pintura joven y fotografía y edita los libros de los ganadores donde los nuevos escritores pueden ver sus trabajos materializados.
La Máscara, Casa de Teatro y sus concursos de cuentos.
"He oído las quejas de algunos escritores dominicanos que consideran un error el hecho de que el concurso abra sus puertas a toda Latinoamérica, pero yo creo que al final la literatura dominicana saldrá ganando, porque Casa de Teatro se convertirá en un punto de referencia para todos los que participan en el concurso y ellos, los escritores dominicanos, estarán incluidos en ese punto de mira".
-Arturo Arango, El Caribe, 28 de julio de 2001.
Siempre he estado de acuerdo con lo dicho hace 17 años por Arturo Arango, pues, contrario a aquellos escritores dominicanos que “expresaron su disconformidad con la internacionalización del concurso, aludiendo a que esto desalentaría a los autores criollos a participar” (según informó Zaida Corniel, en el Listín Diario, el 2 de agosto de 2001), sigo manteniendo el criterio que externé en mi artículo “Casa de Teatro se globaliza” publicado en el mismo Listín Diario el 26 de agosto de 2000:
“Es conveniente para la permanencia, crecimiento y consolidación de los concursos de Casa de Teatro la idea de darle una dimensión internacional, la cual no debe limitarse a Cuba y Puerto Rico, sino que, a mi juicio, debe abarcar a todo escritor de lengua española, sin importar su país de procedencia o residencia. Con una participación mayor y más global de escritores, se incrementaría el nivel de calidad y se reducirían las posibilidades de que los premios sean declarados desiertos, como ha sucedido con el de Novela en dos de sus cuatro convocatorias (1994 y 2000), mientras en Cuento han quedado desiertos los tres premios en tres ocasiones (1983, 1985 y 1999) y en otros años han quedado desiertos el primer premio (1995), el primero y el segundo (1993), el tercero (1987) y el primero y una mención (1979)”.
En ese sentido, tuvo toda la razón el director de Casa de Teatro al afirmar: “Es cierto que al abrirse al mundo los concursos, los dominicanos pierden posibilidades, pero a la vez están confrontando sus obras con las vanguardias de todo el continente y a la larga eso será más provechoso. Yo no veo por qué tenemos que sobreproteger al creador dominicano; en todo caso lo que debemos hacer es estimularlo a crear más, a ser mejor cada día, a universalizarse. Ya es suficiente con el hecho de vivir en una isla. Encerrarnos en ella y auto complacernos entre nosotros mismos sería nefasto” (Freddy Ginebra, entrevistado por Camilo Venegas, El Caribe, 28 de julio de 2001).
Un año antes de la citada declaración de Freddy, la noche del 31 de julio de 2000, como culminación de la celebración de su vigésimo sexto aniversario, Casa de Teatro dio a conocer los veredictos de los jurados de sus concursos de Poesía, Cuento y Novela. El jurado de Cuento (integrado por Ángela Hernández, Arturo Rodríguez Fernández y José Rafael Lantigua) emitió una declaración, manifestando su sospecha de que el autor del cuento ganador del primer premio era extranjero, algo no previsto por las bases, pero tampoco prohibido. La sospecha quedó confirmada cuando Freddy Ginebra abrió el sobre y leyó el nombre y la procedencia del galardonado: Antonio Luis Veras Velazco, de Sevilla, España. Acertadamente, Freddy declaró de inmediato que, a partir de ese momento, todos los concursos de Casa de Teatro serían internacionales (como ya lo eran los de Novela y Fotografía), porque la institución tiene una página en internet visitada diariamente por gente del mundo entero y “debemos insertarnos en la globalización y no quedarnos encerrados en la isla”. De este modo, Freddy, atinadamente, acogió la sugerencia que, cuatro años antes, formuló Clodomiro Moquete en su revista Vetas (número 21, agosto de 1996) cuando publicó: “Casa de Teatro acaba de concretizar lo que debe haber sido un objetivo anhelado de Freddy Ginebra, cual es el enlace cultural entre las Antillas Mayores, con el Premio Internacional de Novela. Aquí mismo vale una disquisición para comentar que debe ser también un objetivo de Casa de Teatro llevar a lo internacional sus premios de Poesía, Cuento y Fotografía. Sería magnífico”.
Antes de su internacionalización a partir de 2001, habían sido otorgados 58 premios y 177 menciones, correspondiendo al sexo masculino 49 premios y 156 menciones y al sexo femenino 9 premios y 21 menciones. Los mejores años para la mujer fueron: 1984, cuando Mayra Estrada Paulino ganó el tercer premio y Rosario Then Hernández, dos menciones; 1988, cuando Ángela Hernández ganó el segundo premio y una mención y Constanza Colmenares, el tercer premio; 1995, cuando Ángela Hernández ganó el tercer premio y Ligia Minaya, Emilia Pereyra y Maricécili Mora Ramis sendas menciones; 1998, cuando Ligia Minaya ganó dos premios (primero y segundo) y Farah Hallal una mención; y 2000, cuando Jeannette Miller, Blanca Kais Barinas y Liliana Arendar ganaron menciones.
Varias veces se produjo el caso de que un escritor recibió más de un premio y/o mención en un mismo año. Ejemplos de los primeros años: en 1978, Manuel Rueda ganó dos premios (primero y tercero) y Arturo Rodríguez Fernández, dos menciones; en 1979, Pedro Peix ganó el segundo premio y una mención y Arturo Rodríguez Fernández, el tercer premio y una mención; y en 1980, Armando Almánzar ganó el tercer premio y una mención. Ejemplos de los últimos años: en 1997, Miguel Yarull ganó el segundo premio y dos menciones; en 1998, Ligia Minaya ganó dos premios (primero y segundo) y en 1999, Rafael Johnson ganó tres menciones.
Hubo escritores que, a través de los años, obtuvieron varios premios y menciones. Entre ellos, el más galardonado fue Pedro Peix, quien recibió el primer premio en cuatro ocasiones, el segundo en tres ocasiones y el tercero en una ocasión, para un total de ocho premios y además, cuatro menciones. Pedro Peix fue miembro del jurado seis veces y llama la atención el hecho de que, de esas seis veces, el primer premio fue declarado desierto cuatro veces (1985, 1993, 1995 y 1999). De esas cuatro veces, el segundo premio también fue declarado desierto tres veces. De esas tres veces, el tercer premio también fue declarado desierto dos veces.
Con el patrocinio del Grupo León Jiménez, con los años, la dotación del primer premio fue aumentando de quinientos pesos en 1977 a treinta mil pesos en 2001, año en que el certamen pasó a ser internacional, pues hasta 2000 era sólo para dominicanos, aunque ese año, como ya se ha dicho, el primer premio lo ganó un español (Antonio Luis Veras) y una de las menciones, una argentina (Liliana Arendar), así como en años anteriores habían participado extranjeros que entonces vivían en el país (como la colombiana Constanza Colmenares, ganadora del tercer premio en 1988 y de una mención en 1989).
Ahora pasemos revista a las 24 entregas del Concurso de Cuento de Casa de Teatro en su etapa exclusivamente dominicana de 1977 a 2000, recordando quiénes fueron los ganadores de premios y menciones, así como los miembros de los jurados:
1977.
Jurado: Virgilo Díaz Grullón, Abel Fernández Mejía y Marianne de Tolentino. Premios: Primero: Armando Almánzar. Segundo: Pedro Peix. Tercero: Arturo Rodríguez Fernández. Menciones: Gina Franco, Miguel Aníbal Perdomo, Manuel Rueda, Gerhard Schmidt, Enrique Tarazona hijo, Lipe Collado y José Enrique García.
1978.
Jurado: Armando Almánzar, Aída Cartagena Portalatín y Bruno Rosario Candelier. Premios: Primero: Manuel Rueda. Segundo: Iván García. Tercero: Manuel Rueda. Menciones: Arturo Rodríguez Fernández (dos), Pedro Peix, Ricardo Valdez Albizu, Abel Fernández Mejía, Enriqullo Sánchez y Juan Manuel Prida Busto.
1979.
Jurado: Manuel Rueda, José Alcántara Almánzar y Josefina de la Cruz. Premios: Primero: Desierto. Segundo: Pedro Peix. Tercero: Arturo Rodríguez Fernández. Menciones: Arturo Rodríguez Fernández, Pedro Peix, Bonaparte Gautreaux Piñeyro, José Enrique García, Mary Rosa Jiménez y Francisco Javier Prida Busto (la séptima mención fue declarada desierta).
1980.
Jurado: Pedro Peix, Andrés L. Mateo e Iván García. Premios: Primero: Ricardo Rivera Aybar. Segundo: Reynaldo Disla. Tercero: Armando Almánzar. Menciones: Armando Almánzar, Abel Fernández Mejía, Fernando Valerio Holguín, Juan E. Martín, Miguel D. Mena y Miguel R. García.
1981.
Jurado: Ricardo Rivera Aybar, Manuel Mora Serrano y Ramón Francisco. Premios: Primero: William Darío Mejía. Segundo: Diógenes Valdez. Tercero: Arturo Rodríguez Fernández. Menciones: Fernando Valerio Holguín (dos), Juan Manuel Prida Busto, Manuel García Cartagena, Ricardo Rojas, Angela Hernández y Olmedo Moreno.
1982.
Jurado: William Darío Mejía, Marcio Veloz Maggiolo y Soledad Álvarez. Premios: Primero: Aquiles Julián. Segundo: Diógenes Valdez. Tercero: Pedro Peix. Menciones: Diógenes Valdez, Arturo Rodríguez Fernández, Armando Almánzar, Orlando Alcántara, Miguel Bucarelly, Frank Disla y Pedro Camilo.
1983.
Jurado: Aquiles Julián, Armando Almánzar y Pedro Vergés. Premios: Primero: Desierto. Segundo: Desierto. Tercero: Desierto. Menciones: Rafael García Romero (dos), Ramón Tejada, José Enrique García, José Bobadilla, Pedro Peix, Marino Castillo Lacay, María del Carmen Vicente, Reynaldo Disla y Fernando Valerio Holguín.
1984.
Jurado: Armando Almánzar, Diógenes Valdez y Diógenes Céspedes. Premios: Primero: Pedro Peix. Segundo: Manuel García Cartagena. Tercero: Mayra Estrada Paulino. Menciones: Ricardo Rivera Aybar (dos), Rosario Then Hernández (dos), Reynaldo Disla, Pedro Camilo y José Cabrera.
1985.
Jurado: Pedro Peix, Armando Almánzar y Diógenes Céspedes. Premios: Primero: Desierto. Segundo: Desierto. Tercero: Desierto. Menciones: Carlos Acevedo Gautier, Mayra Estrada Paulino, Manuel García Cartagena, Juan Carlos García, Rafael Eduardo Selman y Claudio Soriano.
1986.
Jurado: Ramón Francisco, Diógenes Valdez y Andrés L. Mateo. Premios: Primero: Rafael García Romero. Segundo: Pedro Peix. Tercero: René Rodríguez Soriano. Menciones: Ramón Tejada Holguín, Manuel García Cartagena, Jaime Luz, José Enrique García, Daniel de Jesús, Otto Oscar Milanese y William Darío Mejía.
1987.
Jurado: Rafael García Romero, Bruno Rosario Candelier y Soledad Álvarez. Premios: Primero: Ramón Tejada Holguín. Segundo: René Rodríguez Soriano. Tercero: Desierto. Menciones: César Augusto Zapata, Manuel García Cartagena, Ricardo Rivera Aybar, Miguel Febles, Fidel Munnigh, Margarita Luciano y Andrés Heyaime Caamaño.
1988.
Jurado: Ramón Tejada Holguín, Marcio Veloz Maggiolo y Pedro Vergés. Premios: Primero: Pedro Peix. Segundo: Angela Hernández. Tercero: Constanza Colmenares. Menciones: Angela Hernández, Rafael García Romero, Manuel Llibre Otero, Bolívar Rodríguez, Héctor Mojica, Pedro Antonio Valdez y José Francisco Rosario Sánchez.
1989.
Jurado: Pedro Peix, Marcio Veloz Maggiolo y José Rafael Lantigua. Premios: Primero: Pedro Antonio Valdez. Segundo: Carlos Acevedo Gautier. Tercero: Rocío Rossi. Menciones: Juan Carlos Mieses, Constanza Colmenares, Ramón Tejada Holguín, René Rodríguez Soriano, Frank Disla, Eduardo Lantigua y Ricardo Rivera Aybar.
1990.
Jurado: Pedro Antonio Valdez, José Rafael Lantigua y Bruno Rosario Candelier. Premios: Primero: Julio Adames. Segundo: Enriquillo Sánchez. Tercero: Ricardo Rivera Aybar. Menciones: Rafael García Romero, René Rodríguez Soriano, José Bobadilla, César Augusto Zapata, Arturo Rodríguez Fernández, Manuel Llibre Otero y Lorgio Núñez.
1991.
Jurado: Julio Adames, Mariano Lebrón Saviñón y Bruno Rosario Candelier. Premios: Primero: Pedro José Gris. Segundo: Pedro Camilo. Tercero: Ramón Tejada Holguín, René Rodríguez Soriano y Rafael García Romero. Menciones: Angela Hernández, Luis Martín Gómez, Virgilio López Azuán, César Augusto Zapata, Pedro Peix, Eugenio Camacho y Diógenes Valdez.
1992.
Jurado: Pedro José Gris, José Rafael Lantigua y Armando Almánzar. Premios: Primero: Pedro Peix. Segundo: José Francisco Rosario. Tercero: Enriquillo Sánchez. Menciones: Angela Hernández, Rafael García Romero, Julio Adames, Pedro Camilo, Enriquillo Sánchez, Nicolás Mateo y Daniel de Jesús.
1993.
Jurado: Pedro Peix, Pedro Vergés y José Rafael Lantigua. Premios: Primero: Desierto. Segundo: Desierto. Tercero: Zoila Abreu Vargas. Menciones: Ramón Tejada Holguín y René Rodríguez Soriano, Ofred R. Constanza, David Martínez, Armando Almánzar, Pastor de Moya, Luis A. Toirac, Joiffre Pimentel, Franklin Álvarez y René Rodríguez Soriano.
1994.
Jurado: José Rafael Lantigua, Arturo Rodríguez Fernández y Armando Almánzar. Premios: Primero: Pedro Peix. Segundo: Aurora Arias. Tercero: Ramón Tejada Holguín y René Rodríguez Soriano. Menciones: Pedro Camilo, Ramón Tejada Holguín, René Rodríguez Soriano, Rafael García Romero, Luis A. Toirac, Luis José Bourget, Amable Mejía y Pablo Jorge Mustonen.
1995.
Ligia Minaya, Luis Martín Gómez, Rafael García Romero, Santiago Núñez Báez, Emilia Pereyra, Pablo Jorge Mustonen, Maricécili Mora Ramis, Luis José Bourget y Rafael Jurado: Pedro Peix, Armando Almánzar y José Rafael Lantigua. Premios: Primero: Desierto. Segundo: Darío Tejeda. Tercero: Angela Hernández. Menciones: Rodríguez.
1996.
Jurado: José Rafael Lantigua, Armando Almánzar y Enriquillo Sánchez. Premios: Primero: René Rodríguez Soriano. Segundo: Pastor de Moya. Tercero: Luis Martín Gómez. Menciones: Luis José Bourget (dos), Ramón Tejada Holguín y René Rodríguez Soriano, Pedro Camilo, Avelino Stanley, Efraim Castillo y Rafael Rodríguez.
1997.
Jurado: René Rodríguez Soriano, José Rafael Lantigua y Armando Almánzar. Premios: Primero: Frank Martínez. Segundo: Miguel Yarull. Tercero: Efraim Castillo. Menciones: Miguel Yarull (dos), Ligia Minaya, Pedro Camilo, Orlando Alcántara y Reynaldo Disla.
1998.
Jurado: Angela Hernández, Armando Almánzar y Arturo Rodríguez Fernández. Premios: Primero: Ligia Minaya. Segundo: Ligia Minaya. Tercero: José Acosta. Menciones: Franklin Álvarez, Daniel de Jesús, Luis R. Santos, Marcelino Adames, Farah Hallal, Billy Laureano, Tomás Modesto Galán, Rafael García Romero, Johnny Jones y Juan Carlos Campos Sagaseta (Koldo).
1999.
Jurado: Ligia Minaya, Pedro Peix y Armando Almánzar. Premios: Primero: Desierto. Segundo: Desierto. Tercero: Desierto. Menciones: Rafael Johnson (tres), René Rodríguez Soriano, Avelino Stanley, Eugenio Camacho y Vanesa Méndez.
2000.
Jurado: Angela Hernández, Arturo Rodríguez Fernández y José Rafael Lantigua. Premios: Primero: Antonio Luis Veras. Segundo: Pedro Camilo. Tercero: José Acosta. Menciones: Jeannette Miller, Pastor de Moya, Juan Dicent Ortiz, Roberto Ortiz, Roberto Sánchez, Blanca Kais Barinas y Liliana Arendar.

Concurso de Pintura de Casa de Teatro.
Artículo del periódico HOY 7 noviembre, 2020:
Casa de Teatro se mantiene muy activa en arte, a pesar de las circunstancias.

Los concursos de arte, en diferentes categorías, se han ido celebrando aquí, a pesar de la pandemia y del confinamiento.
No solamente sus organizadores han emitido convocatorias, recibido obras o proyectos, limitando los plazos de entrega a pocos meses o semanas, sino que han efectuado los procesos de selección y premiación exitosamente con jurados compuestos por personalidades nacionales. Acaba de dar un gran ejemplo Casa de Teatro, con su Concurso de Pintura 2020.
Es un evento esperado, de mucha disciplina y acogida, que suele recibir unas 200 participaciones. Este año, a pesar de las circunstancias dramáticas, llegó a reunir 86 obras y 27 fueron seleccionadas para su exposición.
Una admisión definitiva, alta y merecida.
El certamen, que se dirige a los artistas jóvenes, tiene entre sus metas valorar las nuevas expresiones de la pintura dominicana, descubrir talentos emergentes, apreciar tendencias del presente hacia el futuro.
Esta edición ha respondido a las expectativas dejando impresiones muy optimistas. El Jurado- de Selección y Premiación, integrado por Myrna Guerrero, Dustín Muñoz y quien escribe, manifestó su satisfacción. Consideraciones generales. Esta pequeña muestra de la pintura dominicana contemporánea se caracteriza por la coherencia y la diversidad, dentro de una constancia comprometida socialmente.
Prácticamente, no hay cuadros meramente decorativos, aunque la belleza obviamente ha sido compatible con el compromiso.
La motivación que precede al concepto suele ser una actitud crítica y un llamado a meditar acerca de los problemas, locales particularmente, de la mujer, su trato y maltrato en la sociedad, y más frecuentemente nos llama a reflexionar sobre la condición de la infancia abusada y violentada.
El cuestionamiento de los artistas llega hasta el mundo político, la corrupción y la reacción ciudadana.
En ese contexto, muchas pinturas expresan un mensaje de concientización y responsabilidad –colectiva e individual- y nos advierten acerca de una época perturbada en cuanto a ideales y valores.
Una reafirmación de humanismo, de necesaria consideración por los seres humanos, predomina en el conjunto de las propuestas pictóricas, nunca panfletarias. Son frutos de la investigación y la reflexión, actitud muy positiva y más cuando los artistas son jóvenes.
En este mismo concurso, hubo a veces “desorden” estilístico, descuido facturar, lagunas en técnica y ejecución, una especie de algarabía forzada por la intención de contemporaneidad…
En 2020, aunque lógicamente hay un nivel desigual y obras totalmente inmaduras, el esmero y la tradición aun imponen sus cánones: buen dibujo, dominio de la academia, limpieza de ejecución, claridad ideológica sin estereotipos.
Vemos -felizmente hay una exposición y no solamente una presentación virtual-, que las obras expuestas se trasladan de la realidad observada a la imaginación y a la fantasía, convirtiendo sus visiones en una estética ya sólida de la línea y el color, el dibujo y la pintura, dentro de la acostumbrada diversidad de los formatos.
Obviamente, la figuración reina… La abstracción, cuando la hay, acompaña, no condiciona: encontramos varias modalidades, simultáneamente homogéneas y distintas.
Otra característica notoria es la importancia dada al espacio y a la composición, que se volvieron parte de la expresión conceptual.
Premios y menciones. Alegría, comunicación y consenso caracterizaron debates y decisiones de los jueces. Aparte de los tres premios institucionales, se otorgaron cinco menciones un honor fortalecido por una pequeña gratificación. El hecho de que el artista haya presentado una sola obra, no intervino como factor electivo.
Así, lo demuestra el Primer premio, otorgado a Ariel Tejada, por “4 años más de desorden”, prácticamente un excelente dibujo de vastas proporciones, bien construido, que debe observarse, minuciosamente, para encontrar el detalle de las denuncias. Es la clase de obra que impacta desde la primera mirada, y todavía más cuando crece la atención.
El Segundo Premio, atribuido a Minely Ortega por “El Alquimista” evidencia que un formato pequeño puede obtener un gran galardón. Ritmo, composición, precisión, limpidez, identifican una obra centrada en el personaje y su rostro, rica en referencia cultural, discreta en colorido, refinada en dibujo.
El Tercer Premio, para “Caperucita”, de Julio César Hernández, es tal vez la obra más contemporánea – y audaz- por la disposición de las figuras, tan separadas… que se unen espiritualmente en el espacio abierto. Mundo de la infancia, alterna el juego (y el juguete), la amenaza, el temor, la sorpresa.
La cinco Menciones son incuestionables y demuestran que, en arte, se puede prescindir de una clasificación.
José Peguero, con “Demo Cracia”, nos impresiona por la fuerza y el perfeccionismo de su dibujo casi fotográfico, igualmente por la total ocupación del espacio y el mensaje dramático.
Otra vez, la democracia se pone en tela…(y) de juicio, con “Grito por la democracia”, de Samuel Guzmán.
El rojo invade y molesta adrede, mientras un perfil, agresivo y agredido, clama y reclama…
En Yo y mi”, inteligente e ingenioso, de Angel Jiménez, la colocación al derecho y al revés, intensifica la expresión, además bien acentuada geométricamente. Él presentó otra obra contundente.
“JAM esta casa es tuya”, de Roselín Paulino, nuevamente advierte acerca de la niñez y la niña, sujetadas y acosadas por la fuerza bruta. La sonrisa no va a perdurar, ni el verde es color de esperanza.
“La familia”, de Luis Alfonso Reyes, es tal vez la pintura más encantadora del conjunto, traducida por la vitalidad del color, y que destaca los lazos familiares, que se extienden al cariño por los animales.
Hay además algo voluntariamente ingenuo en esta “ilustración” del amor.
¡Freddy, gracias una vez más!
Lo que opinan algunas grandes personalidades de Casa de teatro.
Marcio Veloz Maggiolo.

“Casa de Teatro, es, también, casa de creación; casa de escenas y de improvisaciones al ritmo de la misma vida de la sociedad dominicana; es aliento para los jóvenes, y realidad incontrovertible para los menos jóvenes, es frutal como el árbol más límpido; y huerto como la tierra negra que genera remolachas y coles; es azul y es roja y es blanca como la mejor bandera nacional; es oleosa como el mar, y tiene dentro cardúmenes de ilusiones y salitres en los cuales la algas flotan coronando de vida los movimientos del propio fondo; es casa de los secretos y casa de las voces lanzadas al espacio para reclamar justicia; es casa de oración y casa de imprecaciones; es casa de alegría y de llanto; casa de silencios lejanos y de murmullos que hacen más gráfico y de todos el presente”.
Pedro Mir.

“Casa de Teatro comienza por una esperanza. Palpita, se siente. Todos le dirigimos una mirada cariñosa. Después, la esperanza comenzó a solidificarse, a endurecerse, a hacerse sensible, palpable. Por fin, se convirtió en un núcleo, una especie de vórtice, hacia cuyo centro comenzaron a dirigirse las potencias espirituales de nuestro país. Todo lo que era joven, lo que era esperanzador y al mismo tiempo palpable, confluyó hacia este centro nucleador, y se convirtió en lo que es, la confluencia de todas nuestras fuerzas de la esperanza. Y esto es ya la consagración de la esperanza como una forma directa y palpable de la realidad.”
Wilfredo García.

“Para mí, Casa de Teatro es un foco que ilumina el movimiento de culturización nacional, tanto más necesario puesto que estamos constantemente bombardeados con la avanzada de culturas extranjeras. En un sentido más personal, Casa de Teatro fue el escenario de mi primera exposición seria en 1976, y desde entonces, ha sido como un hogar acogedor donde la fotografía dominicana ha encontrado siempre un corazón amigo”.
José Alcántara Almánzar.

Casa de Teatro ha contribuido enormemente a promover la actividad artística en todas sus manifestaciones. Es una verdadera casa para los pintores, fotógrafos, literatos, actores, músicos y cantantes que allí dan a o rechazarlo sin miedo a que mí no se entienda, o sea mal entendida. conocer sus producciones a un público diverso pero ávido de compartir con los debo artistas las diferentes experiencias de su quehacer cotidiano.
La Casa es símbolo de pluralidad de ideas y acción renovadora: dos ingredientes poco comunes en las instituciones culturales del país. Por eso acuden por igual a Casa de Teatro los integrados y los disidentes de nuestra pequeña burguesía es un ámbito no contaminado, urbana. Para los últimos, I un espacio donde pueden expresar sus creencias y valores en un clima de apertura. El de protesta, el poeta de nuevas promociones, la compañía de teatro que lucha por imponer nuevos criterios escénicos, el grupo de fotografía experimental, el escritor que participa en concursos y pone a circular libros, el simple espectador o gustador de la música y el baile; todos, en fin, participante de la cultura al estilo Casa de Teatro.
Pero todas estas expresiones y actividades artísticas tendrían otro sabor si no fuesen animadas y coordinadas por el inteligente y dinámico Freddy Ginebra, un promotor cultural que desborda las definiciones. Freddy ha sido el sustentador principal de la Casa, el que sabe obtener fondos donde otros no encuentran y al que nadie se atreve a negar colaboración, el único que en estos años ha logrado convocar simultáneamente a mansos y cimarrones en un mismo lugar, sin que la sangre llegue al rio. Un saludo afectuoso a Freddy y a todos los que en Casa de Teatro posible cada día la presencia y la acción de nuevos valores del arte dominicano.
Jeannette Miller.

Para mi Casa de Teatro es ante todo una casa de cultura, un lugar a donde todos vamos como a nuestra propia casa a participar de la interacción cultural en sus más variadas manifestaciones.
Nunca he entrado por las puertas de esa casa vieja de la Arzobispo Meriño No. con dudas o temor. Siempre he ido a hacer uso de lo que allí se encuentra con la confianza de aprobarlo o rechazarlo sin miedo a que mi postura no se entienda, o sea mal entendida. Creo que mucho de este espíritu de libertad y confianza se debe a que a la cabeza de esa institución nacional se encuentra Freddy Ginebra; un personaje que con su actitud abierta y receptiva ha permitido que Casa de Teatro llegue a ser lo que es hoy día, y pueda mantenerse como tal.
Por otro lado, me parece que Casa de Teatro ya se ha convertido en un símbolo de cómo pueden ser canalizadas de manera positiva las intenciones comunicativas del ser humano, sus pretensiones de creatividad, muy especialmente las de los jóvenes. En los salones de Casa de Teatro siempre hay una persona con quien puedes hablar, allí se han iniciado importantes corrientes dentro de las manifestaciones artísticas dominicanas, como es la fotografía, además de los ballets folklóricos nacionales, del movimiento de la canción protesta, de la consolidación del teatro, etc.
Senado aprueba resolución en la que reconoce a Freddy Ginebra.

El Senado de la República reconoció este martes la labor cultural del gestor artístico, Freddy Ginebra.
La iniciativa del senador Antonio Taveras Guzmán, aprobada en la sesión de hoy, establece que el fundador de Casa de Teatro ha desarrollado una extraordinaria labor a favor de la cultura, la comunicación y el arte nacional.
“Otorgar un reconocimiento al señor Freddy Danilo Ginebra Giudicelli por su dilatada trayectoria a favor de la cultura, aportes a los medios de comunicación y el periodismo, la cultura y la historia; así como también como por dedicar su vida a favor del arte todas sus dimensiones, con sentido crítico y social, acompañando al pueblo dominicano en diferentes momentos de nuestra historia”, indica la resolución.
En ese sentido, el Senado dispuso la entrega de un certificado que plasme “este reconocimiento al señor Freddy Ginebra, en una fecha y lugar que determine la presidencia del Senado de la República”.
Desde la creación de Casa de Teatro en 1974, Freddy Ginebra se ha convertido en el padrino de artistas nacionales e internacionales.
Conclusión.
Al finalizar dicha investigación sobre la trayectoria de Casa de teatro, me pude dar cuenta lo mucho que ha crecido a lo largo de los años y la cantidad de personas que se han beneficiado de esta institución artística cultural. Con cada una de sus actividades y concursos dan a conocer nuestra dominicanidad a todo el mundo, ya que dicha institución está en uno de los lugares turísticos más importantes del país como es La ciudad Colonial. Para hacer un resumen, ha creado un video documental de Casa de teatro.
Link: (https://youtu.be/O3pHdqvTFSk ).

Imágenes de Casa de Teatro, Actividades.
Fuente: Google.






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Bibliografía.
Libro de memorias de Casa de Teatro
https://www.casadeteatro.org/
https://www.elcaribe.com.do/sin-categoria/casa-teatro-casa-delarte-cultura
https://es.wikipedia.org/wiki/Casa_De_Teatro https://es.m.wikipedia.org/wiki/Casa_De_Teatro https://www.diariolibre.com/revista/cultura/senado-apruebaresolucion-en-la-que-reconoce-a-freddy-ginebra-DG26026063
https://hoy.com.do/concurso-de-pintura-de-casa-de-teatro/ https://acento.com.do/opinion/la-mascara-casa-teatroconcursos-cuento-2-2-8587419.htm
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