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Un sinónimo de verdad es la palabra teatro.

  • Writer: LA OTRA PIEDRA
    LA OTRA PIEDRA
  • Mar 27, 2020
  • 3 min read

Updated: Apr 2, 2020

Por Casandra Rossó, Reflexión de una actriz en el Día Mundial y Nacional del Teatro.


El teatro es un arte revelador, en ella se desvelan los misterios escondidos del alma humana que diariamente disfrazamos tras innumerables mascaras de mentira. No existe arte más sincero que el teatro, aunque por muchos años los actores hemos sido categorizados en: hipócritas, mentirosos, fingidores, farsantes y muchos despectivos más que son usados por aquellos incapaces de pronunciar su verdad.


Lo cierto es que, al momento de subir a escena, es un momento crucial para cada actor, porque es el momento decisivo en el que debe estar dispuesto a hablar con la verdad, es el momento en que la persona se quita la máscara que lleva impuesta por su supervivencia social y decide hablar desde alma. Para que el actor pueda transmitir su verdad, debe este mismo enfrentarse cara a cara a ella, y es por eso que existe el teatro para enfrentarnos ante ella, para ver lo dura que puede ser y por eso es su composición frente a frente, corazón a corazón, por eso los espectadores van ansiosos a las salas de teatro. No es por ver a un gran actor con un lindo vestuario y un maquillaje súper elaborado, no es ni siquiera por ver las grandes maquinarias de luces y escenografías haciendo su grandioso trabajo, en ese preciso momento eso es banal, porque el impulso que mueve a cada espectador es una necesidad del alma.


Porque bien sabemos que para que exista teatro solo debe haber dos elementos: público y actores y yo me atrevería a decir que existe un tercer elemento que “es la verdad que debe ser dicha y vivida”. Esa verdad que es interpretada y asumida por cada uno como buena o mala, lo cierto es que la verdad no será para todos asumida como absoluta, es por ello que cada quien expresa su verdad a su manera.

Es a través del teatro que nos damos cuenta de la realidad social, cultural, económica, educativa, religiosa y política de un país, porque los que nos dedicamos a este arte somos capaces de gritar a todo pulmón cuando las cosas no están bien, cuando el pueblo está cansado, cuando el niño no es feliz y cuando los derechos son violamentados. Nosotros los teatristas tenemos la obligación de pronunciar la verdad que nuestros espectadores por miedo no pueden hacer. Tenemos la obligación de desenmascarar las grandes cadenas de manipulación que rigen a nuestra sociedad. En un mundo donde todo está completamente manipulado el teatro debe dirigirse a su público siempre de manera impura que es su más pura expresión.


Si quieres saber la realidad de una sociedad, mira una obra de teatro, allí te darás cuenta de las cosas que no salen en los noticieros. Es por eso que desde los siglos anteriores nos han querido abolir, nos llamaron profanos, por el simple hecho de mostrar al hombre como es y no como diariamente lo disfrazamos, nos han llamados drogadictos, prostitutas, ignorantes, sádicos, perversos y quien sabe que tantas cosas más, han proliferado una mala estampa a quienes nos dedicamos a este arte para acabar con nuestra llama. Pero siempre corremos con la suerte de que existen hombres allá afuera desesperados por ver su verdad y enfrentarse a ella a través de otro que tiene el valor de decirla por él, porque solo el teatro refleja los sentimientos más recónditos de la condición humana.


Y es por eso que el público aplaude, porque a través de sus aplausos nos dice claramente que su angustia y su aflicción han sido transmutado en amor y ahí está la magia del teatro, en este arte que lo dice todo y no se calla nada, en este arte donde en cada presentación surge un fenómeno divino llamado, Catarsis.


Casandra Rossó

Es estudiante de la Licenciatura en Teatro Mención Actuación. Comenzó a estudiar teatro a la edad de 11 años. Se formó técnicamente en la fundación de Teatro Trípode. Dentro de los trabajos universitarios ha participado en obras como: El mundo sigue Celina ( cuenta cuentos) Pluma y la tempestad, Los cuentos del Conde Lucanor, Esclavitud Moderna, Tejiendo ( monólogo ) Hace 4 años se dedica a trabajar el teatro infantil en varias instituciones privadas del país como: Fundación teatro Cucara Macará, Fundación teatro popular danzante, Colegio Escuela Nueva y Fundación teatro trípode donde trabaja con jóvenes adultos.

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